No hay duda que este es un experimento de la Física, un joven llamado Derek Muller ha publicado un vídeo en el cual arroja un balón de baloncesto desde lo alto de la presa en Tasmania. En el momento en el que se lanza con giro la trayectoria que realiza da la sensación de que el esférico sale volando. Por supuesto, tiene una explicación y para entender qué está pasando solo hay que ver al llamado Efecto Magnus.
Recibe este nombre en honor al físico y químico alemán Heinrich Gustav Magnus, el primero que lo estudió a fondo y determinó sus causas y sus efectos, aunque Edison, unos cuantos años atrás, ya lo había registrado y analizado, es el fenómeno físico en el cual la rotación de un objeto afecta a la trayectoria de éste a través de un fluido, es el caso que vemos en el vídeo. Cuando un objeto cae en rotación, se genera un remolino de aire con un movimiento en el sentido de la corriente a la que el balón está expuesto, en este lado la velocidad se incrementará mientras que en el otro se produce un movimiento de sentido opuesto a la corriente y la velocidad se verá disminuida. La presión del aire desciende desde la presión atmosférica en una cantidad proporcional al cuadrado de la velocidad. Es decir, la presión será menor en uno de los lados provocando así una fuerza perpendicular a la dirección de la corriente de aire.
Pero este fenómeno es algo muy común en los deportes, basta con uno muy popular, el fútbol es la mejor representación de el Efecto Magnus. Muchos recordaran lo que sucedió en el Torneo de Francia, también llamado «Le Tournie» en 1997, donde participaron cuatro selecciones, el local Francia, Brasil, Italia e Inglaterra.
Este último termino siendo el vencedor del campeonato, pero este torneo es recordado por el fantástico gol del brasileño Roberto Carlos a la selección anfitriona, el cual es considerado uno de los mejores goles de la década de lo 90′ y gran representante del Efecto Magnus, para muestra un botón.